lunes, 14 de noviembre de 2011

Abrazame .

Hazlo ahora, aunque ya no sientas nada, no quiero que te sientas mal ahora que te vas y sé que es egoísta el pensamiento de tenerte siempre entre mis dedos pero era tan efímero todo lo que vivía día a día que no podía capacitar mi cabeza para hacerme a la idea de que ya no podré ir a tu lado , tocarte el culo y decirte que nos perdamos otra tarde gastando el tiempo por la ciudad, juntos. Y en la roca donde un día quedaron nuestros sueños , nuestros años que querían solamente ser felices. Arrastraré conmigo todas las cosas que nos juntaron para demostrarte un día más la grandeza que despertaba cada mañana que amanecíamos juntos cariño , porque nadie jamás ha escrito algo mejor, algo más bonito o mas especial.
Y ardo en impotencia bajo mi máscara expectante a un beso en un portal , a un te quiero entre guiones o a una canción dedicada entre todas las letras que siempre nos escribíamos antes de poder dejar tiempo a que el sol nos echase a patadas de la playa. Las mañanas, la alegría esperando en cualquier llamada de teléfono a las cuatro y media de la tarde para escaparnos con los abrigos al punto más frío de la ciudad y comernos a besos y a cafés todas las tardes en Nueva York.
Por los besos y caricias, por los brindis y te quieros disfrazados de miradas deseosas de algo más que tragos de botella en garitos de mala muerte. Por todos los abrazos arañándonos la piel , por las veces que dijiste aquello de "nena, estás perdida" y yo me limitaba a esbozar una sonrisa y perderme en tu boca, claro.Por todo el whisky y el ron , por todos los lazos y las veces que nos agarrábamos con un para siempre rayado entre los brazos.

sábado, 5 de noviembre de 2011

La verdad del corazón

La calle mojada , una caricia, el estómago a punto de estallar, los tacones , el cansancio , maquillaje despeinado, un beso , una cerveza, cuatro palabras, un brindis, un anuncio, un partido , otro brindis, dame un beso, otro brindis, un paraguas. Que ganas tenía de ver que nada había cambiado , pero cuantísimo me había equivocado, menuda lástima era pensar que todo había cambiado tanto que llegabas a ser incapaz de reconocer los besos que un día te iniciaron , los abrazos que nada más que buscaban otro cuerpo, las caricias con las manos congeladas y el querido invierno que nos trajo la alegria , que nos trajo los besos , que nos trajo la felicidad inundando todos los espacios por los que pasabamos,.
Pero ahora, todo está seco de pena y normal , cómo hemos cambiado , no me lo puedo ni creer, que mal nos desvestiamos . Y no sé si decirte que te quiero o que te odio , o decirte que pasemos toda la vida juntos o no volverte a ver. No había llegado la hora, aunque ya no soy la que deseabas que fuese, ya no soy la que querías llevarte para siempre y que abrazabas con tantas ganas que podías hacerme llorar solo con hacerlo.
Y ahora estás diciendo lo mismo que cuando te encontré , y no se si todavía formas parte de mi piel.