domingo, 4 de marzo de 2012

Vamos a jugar a esperar a ver quien deja antes de llamar cuando todo vaya mal.

Me desperté de un sobresalto oyendo detras de mi espalda recitados todos tus sonetos barrocos, como si realmente estuvieses en mi cama. Encontré la rosa que me regalaste, que pensaste que acabaría por pudrirse. Sigo peleando con tu mal humor e intentando adivinar que estas pensando todos los días. A veces sueño contigo , como si no hubiera pasado el tiempo por nosotros.
Esperar la casualidad de mi vida supongo que no era la mejor opción a seguir pero , llegados al materialismo extremo, a la realidad sin el morbo de lo oculto, a la más pura sinceridad que duele; Llegados al punto más alto de nuestro orgullo , podría ser mas necesario retrasar cuanto mas el encuentro para que te duela menos, para que gaste menos lágrimas. Volver a recordarte con discografías completas del rock madrileño de hace un par de años, atender al concepto de universalidad y amanecer con un cigarro al lado del colchón , echando de menos los abrazos y los besos que regalaba cuando no podía aguantar con tanta euforia.
Puedo aprender a mirar menos fijamente, a querer con menos frecuencia encontrarme con mi pasado. Supongo que no nos queda más que un cuarto de copa, así que , acabemos rápido que me molesta oírte tanto tiempo.


-Como un ser tan celestial que me hace ver que existe algo mas por qué vivir, por encontrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario