miércoles, 20 de julio de 2016

La increíble oruga canora

Ya te dije yo que a las buenas y a las malas. 
Tú y yo que no queríamos llegar a esto y nos negábamos a los abrazos y los besos de alguien que no queríamos que nos llenase como lo hacemos. 
Y que hago yo sí me ves las tripas cuando me miras , si mi muro de contención ha caído ante tus brazos y en tus caricias me he querido quedar hasta que nos durmamos así. 
Por la aventura , gracias. Por ser tan libre conmigo, por enseñarme a ser feliz sin sentirme atada, ahogada o aburrida. 
Otra tarde de verano que aún no te respiro y uf, ya me cuesta no llamarte por teléfono para por lo menos molestarte. 
Y quien puede jurarnos que seremos jóvenes y guapos siempre , absolutamente nadie, pero tú y yo querido hemos logrado equilibrar la balanza para seguir bailando encima como si nada, como si ser viento fuese fácil para los adultos que no entienden que haya algunos pocos locos que podemos querernos sin excusas ni pretextos. Sin quererlo, sin forzarlo, sin dejar de fluir. 

1 comentario:

  1. No tiene sentido pedir al agua que fluya o deje de fluir cuando está estancada. Sin embargo recuerdo tu mirada y la temperatura evapora cualquier barrera entre nosotros...
    Te quiero te echo de menos y te deseo desnuda en nuestro nido

    ResponderEliminar