Porque yo quería tus mejores tardes; para quemarlas con las sabanas. Porque quería buscar entre cenizas todos los escombros, para que recordases el viento en mi pelo.
Espero que aún pienses en cuando formamos escuela y nos atendíamos a besos.
Y sigo con el escalofrío cuando te pienso , cuando mis manos vuelven con el tacto de tu cuerpo.
Siempre hemos llegado tarde , asique esta vez no será diferente. Realmente no vivo si no es con mi cabeza ocupada y digamos que ahora no logro solucionar. Pongamos que no hemos solucionado nada y que seguimos en el mismo punto donde lo dejamos, ahora que puedo echarte de menos, me aferro a diario a las pocas noticias que me llegan sobre donde pasan tus railes.
Sobreponernos a la situación siempre que nos domine para evitar eclipsar al sol, para evitar arañarnos y mordernos los engaches que mantienen unidas las piezas que no soltamos; aún tenemos cuentas pendientes.