domingo, 18 de enero de 2015

El alto

Y entonces volví allí. Donde siempre me esperabas. Y vi tu calle. Y tu parque. Y pensé que se me iba a poner a llorar el corazón de pensar que tan siquiera te iba a encontrar por la calle. Y vi por donde paseábamos, donde nos sentábamos a arreglar el mundo. Y que pasó y quien eras me preguntaban , pero no sabía muy bien que responder, quizá la mejor opción era decir que eras alguien especial con quien compartía los días y el otoño. No se, no de muy bien que otra cosa podía decir ni a que referirme ni aferrarme para no llorar. Y desde allí arriba donde se veía la biblioteca y un par de sitios más que recuerdo me he puesto a escribir que te echo de menos en mi vida, que en el fondo pese a todo y pase lo que pase esto no va a cambiar y te voy a seguir echando de menos, por que hacia tanto tiempo que nunca nadie me había cambiado tanto la vida que ya ni me acuerdo.