No puedo ponerle una fecha exacta a lo nuestro; pero no hay un momento malo en toda esa historia.
Nos junto la vida en donde menos pegábamos y nos unió hasta hoy.
La fuerza y la pasión que explota el corazón, emoción, aventura, un tornado que no deja a nadie indiferente. Es admirable y me divierte en una de cada tres frases.
Y me supo recoger los trozos cuando el amor me partió, me levanto cuando los problemas me enterraban y me saco a bailar cada fin de semana en un nuevo encuentro.
Todos nuestros días tuvieron tanta luz, tanta alegría y ya es imposible encontrar un día malo.
Pero en medio de la caída, la que faltaba. Y no paraba de pensarlo. La que faltaba.
Pero todos los días entre tus brazos me sentí feliz. Y lo sentí puro y real. Y me dejé abrazar y aprender, te besé con las ganas que adoro la relación que tenemos y no lo perdí; por que eres pura magia y creas siempre lo que quieres.
Y no me arrepentí, aún haciéndolo mal y siendo injustas.
Pero tú, ojalá poder evitarte y hacerlo bien sabiendo que no es lo que quiero.
Pero me quedo con eso tía; con que te he visto feliz, he contribuido en días más sencillos y amables, he abrazado tu tormenta y la he acariciado con un cariño que no acaba. Encontraremos una solución entre las conclusiones que no sacará de dudas, pero como siempre dices tú:
“Si has disfrutado, entonces no hay de qué arrepentirse”