viernes, 30 de agosto de 2013

He matado mil dragones y salido de peores laberintos que tú.

Pero con ello no te quito importancia.
Cerramos la temporada de verano un año más en la gran manzana. Mi última temporada aqui.
Joder, cómo voy a echar de menos a Joel cada día en la parada del autobús y sus libros de títeres y de cómo hacer serpientes de papel con una tijera y rotuladores.
Tan siquiera recuerdo que me trajo aquí ni sé exactamente que es lo que me lleva ahora pero ya no disfruto de las mismas cosas que al principio. Me he agarrado demasiadas veces a esa puta barra del bar a tomar tequila mientras miraba cómo brillaban las copas expuestas en la estantería del bar del Wyndham. Por eso me conocen los camareros tan bien, aunque nunca consiguieron verme en un estado más patético que mi sobriedad.
Y esque ahora las cosas empezaban a ir bien: había aparecido un pequeño refugio de salvación en la costa californiana. Sí, allí; pero qué, quien te dice que no te van a volver a abandonar. No son más que cuentos y yo no paro de creérmelos, aunque en esta ocasión, mantengo buenas esperanzas. Creo que a esas personas te las ponen en tu vida para crearte ilusión y después simplemente desaparecen dejando un vacío que yo lo lleno a base de copas. Triste la vida de las mariposas y de los reyes del drama que lo vivimos todo tan intensamente con nuestros aires bohemios como si fuésemos interesantes.

"A lo mejor es que el problema está en mi y no en el resto, y creo que es lo más probable porque sino permitirme el honor de perder la esperanza."

miércoles, 14 de agosto de 2013

La primera versión de una gran historia

Tengo miedo a que me olvides. Me retuerzo por las noches entre las sábanas pensando en cuánto tiempo podrá pasar hasta que llegue el día en que desaparezca de tu vida. En qué cajón guardaré las promesas y como voy a organizarlo todo a partir de tu olvido. Tengo miedo a no volver a verte. A desaparecer con tus guitarras.
Hoy me he puesto la bufanda y me he puesto a llorar pensando en mi futuro, tan incierto como el tuyo que recuerda que somos dos seres ya independientes y que jamás volveremos a cruzarnos, es un hecho. Pero intento hacerme creer que no es verdad y me engaño por las noches para tomarme otra copa y pensar que te veré aunque sea en otra cama. Me engaño a mi y te engaño a ti porque nunca vienes. Nunca lees y nunca respondes y no jode apenas saber que tienes mi nombre tatuado en tu pecho y no lo quieres ni tocar.El miedo nos ha matado.
Ya no salimos de fiesta ni hay lunas de miel, ya olvidamos los conciertos y las noches en vela disfrutando de mirarnos, que sí, que te echo de menos y cómo jode reconocer que nos hemos perdido.
Pero tu también has perdido en esta historia;