sábado, 6 de diciembre de 2014

Troya

Levántate; mírame. Joder, mírame. Soy tan egoísta que no puedo evitarlo y no se que coño me pasa contigo, pero mírame. Dedícame al menos un minuto, dime donde estas y que te has acordado de mi. Déjame las claves para r a buscarte y reírnos de la vida en los bancos y portales. Déjame un poco de lo que tu gastas para soportar esto. Comparte, venga. Cada día que pasa creo que me salen mas lunares, no se como tomarme las cosas y no tengo humor para nada. Al menos guardo la esperanza de tu vuelta. Guardo un poco de tu olor entre mis manos y en mi cerebro que se recrean en continuar creándote de tantas veces que pensé "tengo que quedarme bien con todo no vaya a ser que un día se esfume" e intentaba hacerte creer que te miraba precisamente para eso, y te reías mientras te mordías el labio. Y se cumplió, lo conseguí y aquí sigues para apretar un poco entre las costillas y cortar la respiración cuando me viene tu perfume por la calle y me paro, siempre con la misma secuencia, te veo y mientras intento no ridiculizarme demasiado llorando,intento desatar el nudo que se me hace en la puta garganta. Pese a nuestra guerra fría te echo de menos como solo tu y yo sabemos, y eso es lo mejor de todo.

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