Las mañanas en las que entra la luz en la buhardilla de aquel tercero que ya mo vamos a habitar pero estamos felices al menos de tenernos en cuenta , al menos de disfrutarnos por un ratito , una noche ( o dos ) y un café ( o un colacao). Ahora que Madrid tiñe con Sabina y primavera sus tardes te lo tengo que agradecer, por todos tus besos en la espalda que me encienden y alimentan mi ego en un intento sublime de no ceder ni un poco en este juego del ahorcado, o tú o yo chaval , tú eliges.
Y matarnos a besos donde quieras, que me ganes un asalto y una cerveza en un buen festival mientras nos reímos como si no se nos fuese a ir de las manos como siempre, jodidos hedonistas en una vida demasiado corta y demasiado rápido como para conocernos completamente , algo que pasa que enciende y se marcha , queriendo esfumarse de mis manos que se unen en abrazos siempre acabando en las tuyas.
Joder que no , no te enamores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario