martes, 17 de diciembre de 2019

La que faltaba


No puedo ponerle una fecha exacta a lo nuestro; pero no hay un momento malo en toda esa historia. 
Nos junto la vida en donde menos pegábamos y nos unió hasta hoy. 
La fuerza y la pasión que explota el corazón, emoción, aventura, un tornado que no deja a nadie indiferente. Es admirable y me divierte en una de cada tres frases. 
Y me supo recoger los trozos cuando el amor me partió, me levanto cuando los problemas me enterraban y me saco a bailar cada fin de semana en un nuevo encuentro. 
Todos nuestros días tuvieron tanta luz, tanta alegría y ya es imposible encontrar un día malo. 
Pero en medio de la caída, la que faltaba. Y no paraba de pensarlo. La que faltaba. 
Pero todos los días entre tus brazos me sentí feliz. Y lo sentí puro y real. Y me dejé abrazar y aprender, te besé con las ganas que adoro la relación que tenemos y no lo perdí; por que eres pura magia y creas siempre lo que quieres. 
Y no me arrepentí, aún haciéndolo mal  y siendo injustas. 
Pero tú, ojalá poder evitarte y hacerlo bien sabiendo que no es lo que quiero.
Pero me quedo con eso tía; con que te he visto feliz, he contribuido en días más sencillos y amables, he abrazado tu tormenta y la he acariciado con un cariño que no acaba. Encontraremos una solución entre las conclusiones que no sacará de dudas, pero como siempre dices tú: 
“Si has disfrutado, entonces no hay de qué arrepentirse”

lunes, 18 de noviembre de 2019

En la cama
Estaba claro que este amor no iba a ser el típico. Desde que te vi , lo supe. 
Me abrazaste fuerte cuando necesité que te quedases y mira, ahora, me despierto sola. 
Pero nunca se me va a pasar ese abrazo cuando viniste en septiembre. No se me puede pasar la felicidad que hizo que me brotasen las lagrimas después de hacer el amor. 
No me olvidare de esa cama gigante de Ávila, las invasion es en habitaciones ajenas ni la intimidad de todos los nidos. De como me fundo en tu cuello a punto de derretirme cuando me abrazas y te respiro fuerte y tranquila. 
He amado antes pero no así. He querido pero no bien del todo y me doy cuenta al paso de los días cuando el amor ha sido lo que nos ha hecho mantenernos juntos, con pureza y prestancia, con retos y desafíos. 
Por todos los amaneceres en el Nilo;en Paris o en San Sebastián. No puedo desgastar los recuerdos felices que me han traído de los mejores años de mi vida, que sin pensar y siempre valientes hemos mantenido y seguido hacia adelante. 
La belleza de los momentos por los que he sentido bendición, la amargura en cada despedida y cada “hasta mañana” separados, el descanso de un sueño a tu lado y la risa con cada caricia, en cada cerveza, en cada ruta en coche o en cada cama. 
Pero amor, no nos entienden y no nos entendemos. Nos hemos querido tanto que la tristeza a la que he dejado un hueco en estos días me acompaña dándome alegria con momentos preciosos que solo tú y yo sabemos lo que han significado. Y así es, aunque es difícil reposar el cerebro y apagar la máquina sigo aquí. Imperfecta y discreta escondida para esperar a que esta lluvia interna se pase. 
Te di el fin de mis días sin pensar que llegaría pronto y hoy con mi corazón frío en las manos espero sin esperanza, e intento rezar todos los mantras que se para que esta discordia no me torture eternamente. Me preocupa el olvido, que como aliado te tiende la mano para devolverte el latido y me aterra que me recoja pronto; por qué no lo merece esta historia, no merece un final de recuerdos en vez de sueños y oportunidad. 
Cuando me acaricias
En ese momento apareces. Con el viento de ese octubre que nos ha cambiado los días. Pero ya en noviembre. Con tu sonrisa descosida y mi corazón contento por traerte a casa hoy. 
Nos sentamos y te oigo respirando a mi lado, con paciencia mientras te explicas y te ríes , me sonríes y me enciendes la vida. 
Nos dimos los buenos días y nos los llevamos, nos enseñamos a querernos y nos lo quitamos. Nos desnudamos sin poder volver a vestirnos y nos fuimos. 
Y cambiando los pronombres, dejando los plurales me descubro en el río acostada antes de querer abandonar este lugar. 
Con las flores y mis sentimientos. La confusión y yo nos vamos a pasear y rendirnos al camino. Entregarme al tiempo y al invierno con la valentía que no me va a arrebatar el frío de esta maldita ciudad. 
Donde quería estar , donde me estaba buscando y donde voy a encontrarme se juntan pero se despegan también cuando me planteo mañana por la mañana sin la luz de tu voz o las cosquillas que me desmontan. Nos despedimos en la luz sin mirar atrás y con la ventaja de nuestro diálogo ganado, mi paso firme no me deja darme la vuelta y me dice, chica solo tú te aguantas así de bien. 

jueves, 31 de octubre de 2019

Martes

Despertar 
Esa farola de enfrente de tu casa consiguió despertarme muchas veces. Recuerdo la luz entrando en la estancia y tu en la oscuridad. Siempre que dormíamos éramos uno; como nunca me había pasado antes, fusionábamos nuestro cuerpo deshecho en la cama tras habernos deseado. Entonces, con tu pierna por encima y cabeza en tu pecho, morir con el sol hasta el día siguiente. 
Era aquí y entonces cuando sentía tener el boleto premiado, era ahí cuando la cama me regaló el apego y las flores por la mañana. Te miraba. Como los niños con los juguetes por navidad,con la ternura y la perdida sensación de que moría en tus brazos. Era entonces cuando entraba la luz y me regalaba tus labios hinchados de haber dormido bien y tu pelo siempre despeinado, suave. Tu cuerpo caliente y tus brazos siempre buscando mi piel como un halcón intentando llegar a tierra firme con su presa. 
A veces llore mientras te miraba pensando en que quizá algún día podría acabarse pero no me sentí capaz de ponerle fecha. Y ahora que lo escribo viviéndolo, ojalá nunca haber imaginado esto. 
Abrías los ojos en cuando yo me movía como intentando siempre mantenerme a gusto sin comprender que yo, en realidad estaba siendo la niña más feliz del mundo, amaneciendo en día de reyes todos los días de tus despertares.