domingo, 9 de febrero de 2020

Amanece y no , no quiero despertar; mi retina ofrece vistas a otro lugar


Me marcaron tres canciones este otoño sin tu piel. Me enfrié con los árboles quedándome desnuda y no me entendí. No sabía si llegaria primavera este año tan frío. No sabía si querría verme más en un espejo o si querría saber de nosotros. Me escondí, me aturdí por el ruido y los azotes del viento. Me perdí en una pelea y me encontré en algún pasillo. No me gusto tanta agonía; no disfrute de tu ausencia ni me escuche. 
Me pudieron las ganas y los excesos, me pinté yo sola la historia como quise y quería todo, cuando no es suficiente. 
Me paré. Me agoté y me escuché cuando sentía que la madriguera de conejo me atrapó para decirme que yo iba a seguir conmigo en todos los pasos y que me iba a llevar lejos este impulso. 
No me jure, ni me prometí. No me permití pero tuve que hacerlo a la fuerza; al final, cuando no han salido los créditos y la película no ha acabado abro un ojo para recibir el k.o sin saber aún que tengo fuerzas para todo lo que venga con cada luna. 

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