sábado, 9 de agosto de 2014

El Taj Mahal no es tan grande en comparación con una buena historia

Volver a Nueva York no es una experiencia sana . A veces te veo, y paseas , y sonríes ... Increíble pero cierto la puta historia de siempre que surge cuando dos como tu y yo se odian tanto como para amarse toda la vida ; en los tiempos que corren la realidad supera a la ficción y aunque nunca seamos noticia en los periódicos te mantengo siempre informado de todas mis novedades . Mis tentativas de aparecer en tu casa con una botella de tequila y pedirte beber hasta morir juntos en una cama se ven siempre frustradas. No siento miedo a nada, no lloro y soy más libre que nunca atada a mis alas, las más nuevas, llenas y relucientes que he podido tener. Por eso el presente me da todo lo que soy , por eso Nueva York no tiene secretos para mi al igual que para ti mi pasado , la alternativa menos rococó de lo que ahora son las perlas , las pulseras y las excentricidades de las que siempre me gusta estar rodeada; por eso hoy celebro que somos la mejor versión que hemos conseguido y que ya nunca volveremos a cruzarnos, definitivamente has salido por la puerta de atrás, huyendo hacia el puerto para que te rescatase del agua sin ningún motivo ni por qué, sin razones de mentira ni excusas de bares. Sigo con la flor de papel en una mano y en la otra un par de autógrafos para vender cuando la fama apabulle tu alma condenada al mayor destierro de corazón , por haber sido tan sumamente grande y haberme llenado la vida de momentos irrecuperables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario