sábado, 16 de junio de 2018

Crecer es aprender a des...a desaprender.

Me despierto pronto. Buenos días, perdón, por favor, te amo y gracias. Me repito a mi misma para tener un buen día.Quizá tengas planes pero no se si, pensaste en vernos.
Entendí la decisión. Todo necesita tiempo para adelantarse a los acontecimientos.
Me acordé del día que salí a pasear cuando se ponía el sol en el borde del mar. Yo no sabía contener la alegría y todos los que me veían se sorprendían de cómo alguien, tan pronto quizá podría estar tan contenta.
Me gustaba esa sensación al lado de la playa, con la brisa del mar y el viento norte bien fresco, como siempre.
En ese paseo estuve pensando en cómo debería de afrontar el futuro, con pausa. Con la distancia que merece aquello que desconozco y por mucha incertidumbre que pudiese causarme, en ese momento era imbatible con mi presente. Quería el principio y mantener el camino como lo llevaba. Mi paso no frenó. Me gustaba esa sensación de no tener que perder y no tener que mirar atrás; como cuando te esfuerzas por algo que te ha costado un montón. Como cuando luchas con los ojos vendados, con valentía. A lo que venga.
Me despedí de la playa como de costumbre. Con la frente alta, una sonrisa bien amplia y el suspiro de alguien que siente como le empujan a salir de un sitio. El verano siempre suele traer buenas noticias y reencuentros con los buenos momentos y espero que después de éste paseo esta playa me recuerde; espero que pueda verme mirando a otros como antes o con el amor entre mis brazos, de esos que te hacen llorar de alegría como una idiota.
A lo mejor todo lo que me han dicho es verdad y no merece la pena pensarlo. Pero en el fondo pensaré en que tus pasos son seguros para no dejar la puerta abierta a algo bonito. Lo dejaré en el "si, pero no" que tanto me frustra. Me quedaré con la falta de valentía de los perdidos, de cuando te quedas sin salida y huyes. De cuando no entiendes que el problema no son el resto de las cosas y no intentas buscar dentro de ti por miedo de quitarte esos demonios. Pero como da titulo a ésta página, no tener una razón para quedarse también es un motivo para irse.
Daré otro paseo por la playa antes de irme. Te espero caminando.

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