
Apenas unas horas después de haber visto la fría mañana y el comenzar de la tarde empezaba a echarte de menos.
Quizá sea este frío invernal el que me está volviendo loca pero de verdad ya no sé como hacerlo.
Si , soy yo y tus expectativas no fallaban ;el cielo está más cerca de lo que vemos lejano , profundo . Y yo estoy aqui también , más cerca de lo que podrías imaginar y si este ruido de palabras bonitas no toman su cauce no creo que mis particulas subatómicas y mi hipotálamo quiera seguir segregando estas endorfinas que marean mi cabeza día a día y me tienen en un atrapasueños colgado en una ventana a una altura considerable del suelo o de la recepción del hotel.
Sí , esto no es lo que esperaba y me gustan las cosas rápidas y que no se entretengan demasiado en períodos inexistentes entre acciones.
En un par de semanas, tal vez un mes lo más probable es que esto acabe si tu no apareces a mi lado para recordarme esas mil cosas de siempre y las mil películas de amor que quedan por vivir.
Nueva York se está cansando de mis comeduras de cabeza y aunque aquel camarero esté muy bien y esos cuatro días de fiesta se vivan a tope la vida no es sólo preocuparse por los demás , que si por ti se preocupan se agradece.
El camino hacia la madurez diréis que queda lejos , lejos de vuestra alcance y mis brazos se han quedado abrazados a un cuerpo que quiere que mi vida sea plena y esas cosas que se desean a los jóvenes.
Me queda poco tiempo pero sería capaz de cambiar el calendario lunar para verte aqui un día más y deleitarme con una de esas noches reversibles que cambiaban cada tres- cuatro días según tu piel perlada se secaba de sudor y mis labios se tensaban una vez más .
Me queda poco tiempo , amor.