domingo, 22 de enero de 2012

Miss flequillo despeinado

Como cuando cuidabamos al máximo los detalles, no era propicio responsabilizarse el uno del otro , había decidido que nunca jamás volvería a decirte te quiero.
Entendí que por las noches , sufres aquellos transtornos de los que habíamos hablado y yo solamente , me vestía de gala para acompañarlos a donde bien podía. Nunca me gustó no dormir juntos y tener que despedirnos con un hasta luego en vez de adiós. No me agradaba la idea de la vida sin grandes dosis de música al día y tomarnos una copa sin poder bailar.
Creo que tu tampoco parabas de repetirte que no me querrías más de lo que ya lo haces y cada "buenos días" sonaba un "no me lo vuelvas a repetir, no quieres que te quiera" mientras me cubrías la cara con las sábanas y yo no paraba de repetir que te odiaba; Normal en mi ¿verdad?
Entonces , después de los abrazos , me dijo que la vida era algo tan efímero que ni con filosofía podría afrontar que yo no me quedase.
Crecimos en Paris para enamorarnos en Nueva York, habiendo parado en Madrid sin habernos casi dado cuenta. Hemos perdido el control y tu no paras de repetir que para ti, ya se han pasado las diez y veinte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario